Plena inclusión, ¿problema con final feliz?

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Plena inclusión, ¿problema con final feliz?

#Alcaldia #Ciudadanía #Mujer e Igualdad #Servicios Sociales 14/03/2018

Plena inclusión, ¿problema con final feliz?

La vida los ha unido bajo un techo de esperanza y felicidad. La burocracia

amenaza con separarlos. Ante esta situación, sus padres, con la oportunidad que brindan las nuevas tecnologías, han hecho piña al amparo de un grupo de whatsapp.

Acuerdo Llerena lo han titulado, en referencia al pueblo pacense donde sus hijos reciben la atención que precisan y del que saldrán al cumplir 21 años, si es que la fuerza de su unión, o una solución acertada de la administración, no lo impide.

La historia de Acuerdo Llerena es relativamente reciente, sin embargo, el problema real tiene ya cuatro años, los mismo que hace que Alexander, residente en Guadacanal,

tuvo que dejar de ir al Centro de Plena Inclusión de Llerena (Badajoz).

La razón, haber cumplido 21 años y salir, por tanto, del sistema educativo.

La Sierra Morena de Sevilla y la Comunidad Autónoma de Extremadura tienen desde hace años una intensa historia de amor, pero a su vez, de cuando en cuando surgen problemas. Ocurrió hace unos años con el fin del acuerdo sanitario que permitía a los serranos acudir al hospital de la localidad más cercana

-curiosamente, también Llerena-.

Aquel asunto tuvo final feliz. Sin embargo, ahora resulta más difícil. Desde la publicación del nuevo MADEX (Marco de Atención a la Discapacidad de Extremadura)

los alumnos andaluces del Centro de Plena Inclusión de Llerena que cumplan 21 años tendrán que abandonar dicho centro y matricularse en uno de su propia comunidad.

El problema es aún mayor debido a que el centro más cercano está en Alcalá de Guadaira, y supondría el internamiento de estos niños durante toda la semana.

Proyecto de centro

Aunque ahora mismo son solo dos los chicos que están en la calle, dentro de poco ese número de chicos aumentará. Ello ha llevado a los padres, procedentes de Guadalcanal,

Alanís y Cazalla de la Sierra a unirse y buscar, junto a las administraciones locales, una solución. Dicha solución podría pasar, y de hecho parece una vía factible, por la adecuación de la antigua residencia de ancianos de Cazalla e implantar ahí un centro de Plena Inclusión. Una solución que agradaría a los padres de llevarse a cabo tal y como está previsto (podría abrir sus puertas en septiembre) y, eso sí, con las mismas calidades y el personal cualificado que tiene el centro de Llerena. Se desconoce, de momento, si será gestionado por Diputación, Junta de Andalucía o Federación Andaluza de Plena Inclusión.

De todas formas, y aunque el proyecto está ahí, lo que se pretende, entretanto, es que haya un acuerdo entre administraciones que permita romper fronteras y permitir que los chicos no abandonen un centro que les hace mucho bien. Manuela, Rafael, María José y Rosa coinciden. Allí los niños son felices. Son los padres de Aroa, Miguel Ángel, Javier y Ramsés, chicos y chicas con daño cerebral, síndrome de down, síndrome xxy o epilepsia crónica. A ellos se ha unido hace poco Andrea. Su madre, María José, ya nota la adaptación y, por eso siente pena de que su progresión se corte. No son los únicos, Carmen, Gonzalo, Antonio José, Alba o José también podrían despedirse pronto de un centro donde se les trata acorde a su situación.

Según Rafael Gil, padre de Miguel Ángel, son profesionales que están a años luz de nosotros, y asegura que gracias a su ayuda, su hijo, de trece años, ha aprendido recientemente a leer y escribir. Javier López, por su parte ha mejorado su comportamiento, mientras que Ramsés aceleró la recuperación de una gripe para poder acudir de nuevo a la escuela.

Son ejemplos de niños que viven por y para ir a su escuela, pero también son ejemplo de lucha cada una última de esas acciones tuvo lugar el pasado 27 de febrero cuando lograron reunirse con la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, concretamente con Enma Escobar del área de Igualdad, Dependencia y Servicios Sociales de este organismo.

En esta lucha, los padres afectados, y los que podrían resultarlo en breve, no han escatimado en apoyos, y han logrado que en cada paso que dan estén representados

los mandatarios municipales de los pueblos en cuestión. En este sentido, la Delegada de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Guadalcanal está en contacto permanente

con los padres, así como el alcalde de esta localidad, Manuel Casaus y su homónima de Alanís, Eva Ruiz. Son solo algunas de las cabezas visibles, aunque en realidad, aseguran, la presencia de cualquiera de los alcaldes o concejales representa a toda una comarca que se está uniendo para dar solución a un serio problema